Lo que une destino,
nunca… nunca
lo podrá separar el hombre.
Ayer bebí como hombre,
más nunca imaginareis,
como llore como niño.
Si
como viento pudiera sobrevolarte río,
seria brisa en calma,
sobre la placidez…
la placidez de tu agua.
Aunque corren tiempos de tormentas y desatinos,
aun así seguiré atándote a mi vida.
Si en un silencio te siento música, en una alborada seriamos palabra,
Música en un silencio que corta el aire, en un sueño que cubre engalanando el
Démosle tiempo al tiempo el impone su ley,
sus normas y nuestro destino
Prefiero soñar aquí en este mi mundo, que vivir en un sufrimiento
Recuérdame...Mirándote a los ojos, calándome de los tuyos,
Atándome a tu vida...
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