jueves, 14 de enero de 2010
En una noche cualquiera
En una noche de otoño, en el patio,
de un lugar donde debes ir,
más nunca deseas hacerlo,
bajo un cielo tan limpio, tan claro,
con un frío que cortaba el aliento,
Tu mirada en la Mía,
Y yo… y yo alucinando en tus ojos,
Así como tantas, muchas veces con nuestros hechos
en esa sutil mirada,
expresamos más,
que con los labios
sin palabras, con sutiles gestos,
en ese me acerco y me alejo
te doy, me das
me quedo, me voy
hasta luego, hola como estas
Me acerco a tu aliento, ó no me alejo
Nunca sentir tanta música en un silencio
Transcurrió el reloj,
cuanto ni lo se, ni lo deseo saber,
sentí su rapidez y su eternidad,
en el desbocar de mi pecho,
en el palpitar de mi sangre,
como dije palpitar,
Se desbordaba en el manantial de las venas,
dando calor, palpitaciones al pecho,
temblores en los dedos
brillo a la mirada,
alegría al pensamiento,
por ese beso que sin dar te di,
que sin darme sentí, casi con miedo
no por ello más sentido.
Ni imaginas, la suerte de tanto sentirte,
aunque duela. Bendita seas,
Por esa furtiva lágrima que humedece,
dando brillo a mis mejillas.
Y me sigo preguntando:
Porque negar la evidente necesidad
De ti en mi memoria.
Para ti en mi silencio
Sin mas? sin mas ...
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