Para que existas en mí, /hasta la eternidad
te grabare en los adentros,
te envire a mi estrella y te fundiré en ella.
Cuando te necesite
alzare mis ojos/ a lo alto, / al estrellado cielo,
me extasiaré y te hallare allí
tendrás la misma intensidad
brillaras como en mi vida, perpetuamente,
¡será!
como si /fuera/o vinieras a verme,
notar…
ese susurro/ soplo de disloque,
¡sentir que!
es, ¡eres!/ átomo en el espacio
que tuvo un principio/ jamás tendrá final,
Será/serás como tu en mi, / inmortal.
Galilea

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