Esa tu voz me trae la melodía
recuerdos imborrables me vienen a buscar,
me cogen de la mano en alas del viento,
me transportan a ese pasado pegado aun al tiempo,
donde pernoctaba acurrucado…* dormía sobre tu vientre,
en el sonido de tu regazo, adormecido en el calor de tu cuerpo,
bajo el cielo como techo, en el brillo de mil luciérnagas.
Galilea 2010
En el amanecer de tu día, viendo caer una lágrima en el rostro de lucero del alba, todavía sin haberme despertado, antes de que lo haga y para acabar muriendo en paz conmigo mismo, siento la necesidad de escribirte unas palabras que te sorprenderán, y espero te halaguen por el significado de la deferencia.
ResponderEliminarUn mensaje que por sincero, tu falta de valor cuestionará dejar aquí anotado o peor aún, pueda incluso llegar a desvirtuar. Precisamente por esa voluntad tuya, espero estar dándote alguna explicación a lo inexplicable, querida y conocidísima Akasha.
No son mías las palabras que continúan, aunque sí su contenido. Son de un autor sugerido por un amor que compartimos, y que ahora leo para ti:
“Si vives enamorado,
no tardarás en saber
que un amor puede doler
cierto, mentido y soñado.
Y quizás
ninguno estará de más.”
Aun a pesar del posible dolor, con la voluntad de secar esa lágrima cierta, mentida o soñada, mi deseo está cumplido mi querida Aka.