Si
bien pequeña en la hechura,
hermosa en tu requiebre, jubilosa al caminar
en
todo lo demás necesaria sin más, ,
en
tu sonrisa una flor, en tu mirar…/
nunca
vi estrella más natural,
viento,
tempestad, tormenta y hasta a veces huracán,
celosa
de lo muy suyo, de su rebaño guardiana,
dentro
de la naturalidad, nunca la sentí más feroz en su defender,
tardes
de silencio y paseos, sonrisas y algún gesto no más,
viento
agita el cuerpo empujando el andar,
calma,
paz, remanso, noches charla, de sueños,
mañanas
de ensueño…/que me callo sin más,
rio,
corriente, riachuelo, reguero y en la calma mar,
gozaría sabiendo qué, pudieses notar lo que siento…*
cada vez que…*, que sin tu mi mirar no encuentro el cielo,
cada instante que tú
sonreír no veo, no palpo, no siento,
cada momento que tu palabra
no escucho,
aunque después me calle,
lo que pronuncio cada vez
que…* ¡que! te alejas, cada vez que me faltas,
siento que…/ qué mi mundo se termina,
que sin ti permanece oculta
mi existencia,
porque contigo y en ti, todo florece y se inhala,
vida se hace transparente,
luz, paz, hogar,
algún que otro anhelo
quizás,
esperanzas del mañana,
del ayer aún de tarde en
tarde,
algún requiebro quizás,
solo se ¡Que! Quiero
tenerte en mi vida,
y ya, después de esto, poco más te puedo contar.
Galilea 2010
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