martes, 20 de octubre de 2020

AÚN PUEDO HIJO...

 Llévame a la calle, hijo,

 que aún tengo buenas piernas; 

a caminar sin rumbo fijo contigo no me sentiré vieja.

Invítame a tu casa, hijo, 
el Domingo en la mañana; a compartir tu buena mesa y sentirme acompañada.
Háblame con cariño, hijo,
no me retes ni te alteres;
los viejos somos como niños nos gusta que nos mimen,
nos sonrian sin desaire.
Festeja mis ocurrencias, 
no critiques mis locuras; 
trataré de ser valiente aunque surjan amarguras.
No me alejes de tu lado, no me hables con rengaño; 
tengo aún mi mente clara, los recuerdos son de antaño.
Ven a verme cada tanto, 
que yo no te pediré nada; 
solamente tu presencia para contemplar tu cara.
No me dejes triste y sola, no me metas a la cama; 
los doctores se equivocan, el dolor esta en el alma.
"La Vida"

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