NO sabe leer, nadie lo llevó hasta
allí...
fue solo el olfato de su cariño el que guio
sus pasos.
Respetuoso silencio,
lagrimitas sinceras de sentimiento
animal
ly reencuentro desde el alma en la
visita.
compañero de paseos,
de confidencias, secretos en silencio,
alguna verdad callada y seguimos el
paseo,
van diciendo por ahí que hablo con mi
perro! que estoy loco ¡
quien sabe si hablo con mi perro para
no escuchar a la gente.
No fue a reclamar herencia, nii a
reprochar pasado,
en señal de gratitud fue a dejarle a su
amigo las flores de su mirada...
es que a diferencia del humano “nunca
mordió la mano del que lo ayudó” y…
y hasta su ladrido final será fiel al
pacto de amor que sin papeles ni actos sociales:
un día se juraron, cuando el destino
para siempre los unió.
A mi amigo
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